Templos y Necrópolis
en Italia Meridional
El templo griego no sólo
es la morada de la deidad que protege un territorio sino que es un
elemento cultural y legitimador de un espacio. Su ubicación en las
colonias y en el territorio circundante nos da una idea de cómo los
nuevos pobladores buscar legitimar su nuevo asentamiento frente a
ellos mismos y sus nuevos vecinos. Prueba de ello es que en numerosos
ejemplos se encuentran estos templos griegos construidos sobre restos
habitacionales anteriores de naturaleza indígena sobre los que se
impone este edificio monumental y, en un sentido ideológico una
cultura sobre otra. Aunque también, como se comentó en entradas
anteriores sirven como articuladores del espacio socio económico
suponen una referencia del espacio cultural que comparte un pueblo.
Es por esto que sirven como fronteras políticas y culturales frente
a colectivos sociales diversos y es un reclamo de identidad hacia los
mismos. Sin embargo, también podemos encontrar templos fuera de un
espacio de influencia política griega por lo que no debemos dejarnos
guiar por la ubicación de un templo sino que es necesario observar
su localización con una perspectiva histórica y geográfica.
Muchas veces supusieron
puntos de encuentro con poblaciones nativas, como fronteras entre
choras de diferentes colonias y ciudades o simplemente como
importantes santuarios para todo el mundo helénico (Templo
Panhelénico de Hera, en Capo Colonna). Destaca su carácter
monumental, pues en la Italia meridional eran de importantes
dimensiones (la mayoría de los consultados oscilaban entre los 16-20
metros de ancho por 33-40 metros de lado) y suponen aún hoy en día
grandes ejemplos de la arquitectura religiosa de la antigua cultura
griega. Fueron además en su mayoría grandes templos dóricos
quedando como excepciones el templo jónico denominado Templo D del
santuario de Metaponto (ca. 470 a.C.) o el templo Jónico de Marasá
en Locri Epizefiri (500-450 a.C. que sustituía uno anterior de
madera del siglo VII a.C.).
Estos templos fueron
construidos en piedra, muchos de ellos sobre un predecesor de madera
y poseían techumbres de arcilla cocida1.
Su localización en lo alto de colinas, junto a la playa y, en
definitiva, en lugares visibles, ejercía el papel de identificación
territorial (con una determinada ciudad) además de funcionar como
referente geográfico. Muchos de estos templos estaban dedicados a
divinidades principales y su monumentalidad es una prueba de ello.
Los templos de Metaponto, el templo A (de 20 x 49 metros) dedicado a
Apolo, el Templo B dedicado a Hera y el templo suburbano de Tavole
Palatino (16 x 33 metros) también dedicado a Hera lo corroboran. En
el caso de Tarento el gran templo de principios del siglo VI a.C. ha
sido siempre identificado con el culto a Poseidón aunque se ha
puesto en entredicho en numerosas ocasiones. No obstante, atendiendo
a los datos que ofrecen las fuentes sobre su magnifico e importante
puerto en el sector comercial de la zona como sus dimensiones dignas
de esta divinidad nos permiten pensar en su viabilidad.
Conocemos otra serie de
Templos dedicados a divinidades importantes como el templo de Zeus
Olimpo de Locri Epizefiri construido con una columna perimetral de 20
x 40 metros de base en estilo dórico, el templo dedicado a atenea en
Metaponto y el templo en el asentamiento rural, dentro de la chora
de Metaponto de Artemis. Este templo rural en donde la gente
subsistía a base de la agricultura y la ganadería es muy
representativo de veneración de la deidad que representa a la
naturaleza y los animales. Digno de mención es también el Santuario
de Hera Lacinia, situado a 11 km. al sur de Crotona, comparable al
templo de Atenea en Siracusa, hexástilo y de 57 x 22 metros.
En cuanto a las
necrópolis, estas ejercen el mismo carácter legitimador del suelo
habitado y supone un vínculo que mantiene el griego con sus
antepasados en un suelo sagrado. Del mismo modo se encuentran
repartidos, al igual que los templos tanto en el territorio
perimetral extraurbano de la colonia como diseminados por la chora
donde los campesinos y agricultores cultivan y explotan los recursos
naturales. Es significativo como en numerosas ocasiones la
localización original de una necrópolis se ve alterada por diversas
fases de ampliación de la polis que se ve obligada a integrar este
espacio dentro de la ciudad y a desplazarla hasta una nueva
ubicación. Esto ocurrió, por ejemplo en Metaponto con la necrópolis
que se situaba en las inmediaciones de la ciudad y que se vio
afectada por la fase expansiva de la ciudad en el siglo V a.C. Es
característica también una gran necrópolis registrada en la
chora de Metaponto, que dista apenas 200 metros de Ponte Fabrizio y
en la que se han registrado 320 entierros en total en un espacio
formado por tres complejos funerarios. Este apartado está
ampliamente estudiado y muy bien analizado en la obra The chora of
metaponto: a greek farmhouse at Ponte Fabrizio publicado
por la Universidad de Texas.
Bibliografía:
DEL OLMO, C. (2010), Paisaje
identidad y religión. Ed. Bellaterra, 2010.
LANZA E., SWIFT K.(2014), The Chora
of Metaponto 5: A Greek Farmhouse at Ponte Fabrizio,
LEONE, R. (1998), Luoghi di culto
extraurbani d´etá arcaica in Magna Grecia. Ed. Le lettere.
MARINATOS N., HÄGG R. (1993), Greek
Sanctuaries. Ed. Routledge.
SPAWFORTH T. (2007), Los Templos
griegos, 114-121. Ed. Akal,
1Como
el gran Templo de Hippionion sobre la colina Belvedere, el Templo B
de Hera en Metaponto. No obstante, no se descarta que otros templos
mayores o considerados como Panhelénicos presentaran una cubierta
de marmol translúcido como podría ocurrir en el Templo de Hera de
Capo Colonna.
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