DETERMINACIÓN DEL LIMES FÍSICO:
TEMPLOS, NECRÓPOLIS
La periferia de los nuevos
centros creados en Magna Grecia, estuvo demarcada físicamente por dos factores
fundamentales englobados en la esfera religiosa, que podemos dividir en templos
y necrópolis. Sin embargo, habría que definir si a pesar de haber signos
arquitectónicos de construcción de dichas evidencias monumentales en el caso de
algunos templos ya en el siglo VII a.n.e. , esto justificaría también la prueba
de una ocupación sucesiva bien caracterizada desde el inicio en las áreas
territoriales adyacentes a su ámbito más directo. (LEONE, 1997). Todo parece
indicar que no podemos hablar de un modelo de ocupación estable del territorio
ya en época arcaica.
El límite territorial físico, en
contra de la realidad étnico-cultural, viene señalado únicamente bajo el perfil
monumental, que delimita el ámbito de influencia de cada colonia. Sin embargo, la presencia de asentamientos
rurales en las inmediaciones de un lugar de culto extraurbano es un fenómeno
recurrente cuyos casos arqueológicos recogemos por ejemplo, en el caso de
Linora, ya en el territorio de Neápolis reclamando un “centro diferente” al de
Poseidonia. Una segunda tipología que aporta pistas arqueológicas es la de
lugares de culto extraurbanos sin testimonio monumental, es decir, los
depósitos votivos, que no son siempre fáciles de distinguir pero conforman otra
manera de distinguir el limes.
Otros casos de culto extraurbano
en algunos de los centros son: 1) Poseidonia: Santa Venera, Fontana Che Bolle
(3 km dir. SE), Linora o Agropoli (6 km dir. S); 2) Medma: Limbadi, Santa Anna,
Calderazzo y Galatro; 3) Regio: Castellace y Saline.
Planimetría de Santa Venera en
Poseidonia. Fase griega. (Fuente: Pedley-Torelli 1993, en Leone, 1997)
El tercer indicio de demarcación
de los limes en las colonias griegas del SO de Italia son las necrópolis, que
generalmente encontramos también situadas en la chora , separadas del núcleo de hábitat, por razones salubres e
ideológicas como podemos observar en la planimetría de diversos asentamientos
como Pitecusa , Cumas o Neápolis, entre otras. Estas nos aportan información
cronológica de sus primeros momentos de amortización, debido a las piezas
cerámicas de que están compuestos los ajuares, así como de las verdaderas
influencias comerciales, ya que dichas piezas son corintias, cretenses, eubeas,
etc . Por lo general podemos datar los usos de las necrópolis más antiguas,
como la que está al SE del Monte di Vico en Pitecusa o la de Cumas, en torno a
la ½ del s VIII a.C., o con cronología inicial en el VII a.C. en los casos de
nuevas fundaciones como la necrópolis de Neápolis. Esta circunstancia pone en evidencia la
intencionalidad por delimitar también el territorio de cada apoikía o emporion desde un primer momento desde la perspectiva física,
aunque la realidad en cuanto a la delimitación ideológica
sea bien distinta, como estudiaremos en posteriores entradas.
Plano de la ubicación de la
diferenciación de necrópolis y acrópolis en Pitecusa (Fuente: Ridgway,
1997)
Bibliografía:
GRECO, E.: “Pithekoussai: empòrion o apoikia”. Annali di Archeologia e Storia
Antica 1, 1991.
MENÉNDEZ VARELA, J.L.: Consideraciones acerca del origen y la
naturaleza de la ciudad planificada en las colonias griegas de Occidente. BAR
International Series 1104, 2003.
LEONE, R.: Luoghi di culto extraurbani d’ età Arcaica in Magna Grecia. Casa
editrica Le Lettere, 1997.
MARINATOS, N; HÄGG, R.: Greek Sanctuaries. New approaches. Routledge
Ed., New York, 1993.
RIDGWAY, D.: El alba de la Magna Grecia. Pitecusa y las primeras colonias griegas de
Occidente, CRÍTICA, Barcelona, 1997.
GIANELLI, G.: Culti e Miti della Magna Grecia. Contributo
alla storia più antica della Colonie Greche in Occidente, SANSONI, Firenze, 1963.
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