Relaciones entre
colonos y nativos en Italia Meridional
Las relaciones que
mantuvieron los colonos griegos y las poblaciones nativas
preexistentes son un objeto de estudio desde hace no muchos años. Al
menos desde una óptica social y económica que trascendiera los
restos arqueológicos materiales. Es por esto que no es sencillo
encontrar información al respecto y las pocas alusiones a las mismas
relaciones nos vienen dadas en pequeñas dosis por diversas fuentes.
De todas las maneras, lo que debe quedar claro desde el primer
momento que nos planteemos cómo eran estas relaciones es que no
fueron, ni mucho menos, una realidad homogénea ni estática. En los
diferentes territorios se mantuvieron diferentes formas de contacto
que evolucionaron de maneras diversas.
Se ha sostenido
tradicionalmente que los nativos que quedaron encuadrados dentro del
área de influencia territorial y política griega estaban sometidos
y eran esclavos al servicio de las apoikias. Sin embargo,
también se menciona la rápida aculturación y asimilación de
patrones económicos y culturales (asimilación de cultos, formas de
enterramiento o producciones cerámicas) de los centros indígenas
que estaban en contacto directo con los griegos. Entre estos dos
extremos, creo yo, existía una realidad mucho más compleja. Si bien
es cierto que en poblaciones sículas y elimias, como
es el caso de Sicilia, adoptaron el alfabeto calcídico y las
técnicas de fabricación de items cerámicos y bronces, también es
verdad que en otros casos los nativos eran más hostiles y belicosos
como las fuentes hacen referencia en la zona de Tarento.
El caso de Tarento es
significativo porque se asientan en un enclave previamente habitado
por los yapigios que, naturalmente les hacen frente. Es una
fundación colonial que parte de la victoria militar y el
desplazamiento de estos nativos hacia zonas interiores(MONEDERO,xxx
). Un hecho, el de desplazar (o replegarse, dependiendo de la
iniciativa migratoria), que bien se repite en otras colonias
meridionales como Locris o Siris (ESCOHOTADO, 1999). Yo,
personalmente, me inclino a pensar a que en un momento inicial las
colonias griegas fueron establecidas en zonas que no presentaran una
estructura social ni militar suficientemente desarrollada para
hacerlos frente y, posteriormente, buscaron mantener buenas
relaciones con estas poblaciones puesto que les ofrecían un buen
mercado.
En momentos más tardíos
estas colonias crecerán y buscarán ampliar su territorio (chora)
para ampliar la agricultura y su explotación principalmente. En este
sentido, son Síbaris y Siracusa desarrollan un imperialismo en un
momento temprano a costa de la población nativa. Es lógico pensar
que en este proceso poblaciones nativas se declararan “sumisas” y
otras opusieran cierta resistencia. De ahí que encontremos nativos
sometidos y nativos que aparecen como aliados de estas colonias. Así
pues, en este proceso de consolidación territorial quedarían
incluidas estas poblaciones, o bien como esclavos o bien como aliados
(aunque seguramente con una consideración social inferior). Es
anecdótico mencionar que fuentes clásicas ya hacían alusiones a la
facilidad con la que Síbaris concedía la ciudadanía a extranjeros
(DIODORO XII, 9,2). Como vemos, también la necesidad de población
podría fomentar la inclusión de estas poblaciones vecinas. Por el
contrario, en Metaponto si entendemos que la explotación agraria era
su principalmente fuente de riqueza es más viable pensar en un
sometimiento nativo en busca de una producción al más puro estilo
esclavista. Quizá fruto de esto se explique la inestabilidad que
durante el siglo VI a.C. con luchas y revueltas constantes con la
población indígena (SIENNA). Por su parte, en Siris, Guzzo expresa
que los restos materiales indígenas hallados (cultura enotria)
hay que interpretarla como la absorción de mano de obra indígena
para tareas agrícolas. Quizás podríamos identificarlos con un
sustrato social bajo asimilable a los ilotas espartanos (LA TORRE,
2011).
A un lado, queda la
edificación griega de templos y núcleos habitacionales sobre
poblados indígenas. Esta práctica al más puro estilo imperialista
representa la victoria política y define el poder político de una
población sobre otra. Tenemos ejemplos de esta actividad por toda la
Magna Grecia por lo que podemos deducir que, en poblaciones hostiles
se tomaran estas medidas mientras que constituían un elemento
ejemplarizante para las demás. De todas formas aún estamos muy
lejos de entender y definir correctamente las relaciones que se
mantuvieron en esta zona meridional itálica, en parte obstaculizada
por la existencia de poblaciones indígenas muy helenizadas cuyos
restos no son siempre fácilmente discernibles. Del mismo modo, entre
poblaciones que mantienen buenas relaciones y que conviven es natural
que se den matrimonios mixtos que, a su vez, fomentaran una rápida
relación y acercamiento cultural. Sin embargo, este apartado tampoco
está muy desarrollado.
En conclusión podemos
decir que las relaciones entre griegos y nativos fueron de diversa
naturaleza y que abarcaron desde una esclavitud (en el sentido más
genérico del término entendido como sometimiento y explotación de
la fuerza de trabajo) hasta unas buenas relaciones que les llevaron a
participar en campañas militares de manera conjunta como aliados. En
este sentido debieron de existir tratados de hospitalidad y regalo
(principi amici) entre los colonos y, presumiblemente, las
élites nativas que resultaron fundamentales en el desarrollo y
afianzamiento de las rutas y los mercados comerciales (LA TORRE,
2011). De estas buenas relaciones se deduce la asimilación de
prácticas griegas tales como el simposio y las prácticas
funerarias de tipo heroico que encontraremos entre las élites
sociales nativas.
Bibliografía:
DEL OLMO, C. (2010), Paisaje
identidad y religión. Ed. Bellaterra.
ESCOHOTADO
A.; BALSEIRO M. (1999) Los griegos en Ultramar: comercio y
expansión colonial antes de época clásica. Ed. Alianza,
Madrid.
HIDALGO
DE LA VEGA, M.J. (1998), Historia de la Grecia Antigua. Ed.
Universidad Salmanca, Salamanca
LA TORRE, G.F. (2011), Sicilia e
Magna Grecia. Archeologia della colonizzazione greca d´Occidente.
Ed. Latterza, Bari.
DOMINGUEZ
MONEDERO, A (1991) Los
griegos en Occidente y sus diferentes modos de contacto con las
poblaciones indígenas.
Cuadernos de prehistoria y arqueología. ISSN
0211-1608, Nº 18, págs. 149-178
VAQUERIZO
GIL, D.(coord.) (1994) Arqueología de la Magna Grecia,
Sicilia y la Península Ibérica.
Ed. Egartorre Libros, Córdoba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario