domingo, 13 de diciembre de 2015


POSTERIOR EVOLUCIÓN DE LAS COLONIAS EN EL OESTE DE LA MAGNA GRECIA

Aunque el fenómeno conocido como la romanización comienza en la Magna Grecia y Sicilia entre finales de la república e inicios del imperio romano, con origen en la II Guerra Púnica, la plasmación de los cambios urbanísticos que conforman la evidencia arqueológica directa no va a darse hasta algunos años después. Uno de los casos más relevantes es el de Posidonia, más conocida como Paestum en época latina, cuya planta actual descubre una gran reedificación en esta época. A juzgar por las planimetrías publicadas por Menéndez Varela, es muy reconocible la parte latina de esta colonia.


Posidonia. Planimetría de la ciudad y reconstrucción del entramado urbano. A) Ágora; B) Foro; C) Santuario septentrional; D) Santuario meridional; 1) Templo de Atenena; 2) Templo de Poseidón; 3) Basílica; 4) Ekklesiastèrion ; 5) ….. 6) Puerta Aurea; 7) Puerta Marina; 8) Puerta de la Justicia; 9) Puerta de la Sirena; 10) Santuario de Santa Vénera (Fuente: FRANCESCO LA TORRE, 2011)


Plano de Posidonia. En dicho plano aparece la leyenda SR ubicando el santuario romano (Fuente: MENÉNDEZ VARELA, 2003)


Paestum. Planimetría del foro. A) Anfiteatro; L) Curia; H) Templo de la Pace; G) Gimnasio y piscina ; PN) Pótico Norte; PW) Pórtico Oeste; PS) Pórtico Sur; C) Basílica; M) Macellum; Th) Termas (Fuente: FRANCESCO LA TORRE, 2011)


En el caso de otras apoikías como el de Neápolis, es más complicado discernir qué parte de la planimetría fue remodelada en época latina, debido a que conservó el mismo trazado que con la ciudad antigua de época griega. Sin embargo se identifican nuevas estructuras añadidas a posteriori  en la parte central de la ciudad como el macellum o el teatro añadidos en el ágora.



Plano de Nápoles. Reconstrucción del ágora (Según GRECO, 1985). A) Odèion; B) Teatro; C) Templo de Dioscuri; D) Macellum; 7) Bothegue; (Fuente: FRANCESCO LA TORRE, 2011).

Cumas resulta otro de los asentamientos que sufren una remodelación urbanística a partir del siglo III a.C. , transformando el antiguo ágora inicial en foro, y creando una ampliación desde el promontorio de la acrópolis hacia el Este, de manera que hubiese cuatro accesos en la época latina, dos en la parte Norte, uno en la Sur y el último en la parte Este de la muralla, encerrando todo el conjunto sobre sí mismo y englobando la acrópolis, dejando fuera solamente los edificios de espectáculo como el caso del anfiteatro romano.



Plano de Cumas. Área urbana. A) Acrópolis; B) Ciudad baja; P) Puertas de acceso a la urbe; 1) Templo de Zeus; 2)Templo de Apolo; 3)Puerta de la Acrópolis; 4) Ágora / Foro posteriormente 5) Capitolium ; 6)Anfiteatro; 7) Necrópolis; 8) Estructuras portuarias (Fuente: FRANCESCO LA TORRE 2011).

Plano de Reggio. (Fuente FRANCESCO LA TORRE, 2011)


En los casos de Medma y Reggio, resulta como en el caso de Neápolis, resulta muy complicado establecer las dataciones de los cambios urbanísticos en época romana.


 
Por tanto, haciendo un recorrido general podríamos establecer que los principales cambios en las colonias del SO de la Magna Grecia se establecen en dos ámbitos distintos, primeramente en la zona del ágora, y después, en los edificios de espectáculo que suelen situarse extramuros, como ocurría por lo general en las ciudades romanas. Sin embargo en algunos de los casos se va a conservar la planimetría inicial griega de manera que se reaprovechan la mayoría de las estructuras posteriormente.

Bibliografía:

MENÉNDEZ VARELA, J.L.: Consideraciones acerca del origen y la naturaleza de la ciudad planificada en las colonias griegas de Occidente. BAR International Series 1104, 2003.

FRANCESCO LA TORRE, G.: Sicilia e Magna Grecia. Archaelogia della colonizzazione greca d’Occidente. Laterza Ed. Bari , 2011.




martes, 8 de diciembre de 2015

CONTACTOS ENTRE GRIEGOS E INDIGENAS EN IBERIA. LOS CASOS DE EMPORION Y MAS DE CASTELLAR DE PONTÓS

CONTACTOS ENTRE GRIEGOS E INDIGENAS EN IBERIA.
LOS CASOS DE EMPORION Y MAS DE CASTELLAR DE PONTÓS

En la Palaia Polis de Emporion se confirmó la presencia de una aldea indígena, hasta el VI a.C., cuando aparecen algunas viviendas rectangulares, juntas con otras poligonales, con ábside, pero ambas con zócalo de piedra y elevado de adobe. La tradición arqueológica siempre relaciona adobes con los griegos, mientras que los indígenas con cabañas de material perecedero. Pero si se respeta esta comparación, podría ser hipotizada la llegada de un pequeño grupo de phocaeos que convivían con una mayoría indígenas. Al principio estas estructuras “regulares” se conectan con hornos o trazas de actividades. Al mismo tiempo en el establecimiento aumentan las importaciones greco-orientales y disminuye la cerámica gris monocroma ibera. Siguiendo esta hipótesis, las casas phocaea con adobes llegaron a influenciar toda Cataluña, por lo menos desde la mitad del V a.C., como se puede ver en Ullastret y Pontós. Pero en Languedoc, en la aldea indígena de Pech Maho hay alineaciones de estructuras unicelulares regulares con un plan “urbanistico” ya en la segunda mitad del VI a.C. Además, en la Palaia Polis las viviendas no se enfrentan con un ángulo de 90°, típico en el urbanismo colonial griego, si no que forman una calle estrechada en un andén. ¿Puede ser que nos encontremos ante una mezcla de influencias phocaea- massaliota e indígena? 


Figura 1: plan y reconstruccion de las viviendas y de la calle oblicua "griegas"  de la Palaia Polis de Emporion.


Después la construcción de la Neapolis por la llegada de los phocaeos en la segunda mitad del VI a.C., ahora con implanto griego, parece que persista por lo menos un barrio habitado por iberos, cerca de una estructura que se hipotiza sea un templo, y con su necrópolis, a NE de la muralla. Quizás el templo aseguraba la convivencia pacífica entre las dos etnias. Y la convivencia fue larga porque del IV a.C. aparecen inscripciones ibéricas sobre cerámicas o placas de plomo. Además, en las necrópolis helenísticas hay una mayoría de inhumaciones junto a cremaciones, respectivamente atribuidas a griegos y iberos. Sigue existiendo el debate sobre la delimitacion de su chora, dada la cercanía con Rhode y con Ullastret y Pontós, de hecho, los silos alrededor de Emporion parecen pertenecer a un tipo ibero y no griego. Este dato complica la situación, porque se cree que la cultivación fue desarrollada por los griegos...En cambio, en Pontós, en una estructura, hipotizada como un lugar de culto “emporico”, se descubrió un altar modelado a capitel jónico y cabezas de Deméter enterradas probablemente como ritos de fundación. Este parece indicar la frecuentación del templo por iberos y griegos, delineando una comparacion entre divinidades, asi como ocurría a Pyrgi en Etruria, donde la diosa Uni, la Iuno latina, se comparaba a la Astarte fenicia, como testimonian las famosas placas.
 
Figura 2: altar modelado a capitel jonico de Mas de Castellar de Pontos.

BIBLIOGRAFIA
AQUILUÉ, X. CASTANYER, P. SANTOS, M. TREMOLEDA, J. (2010) ‘Grecs et indigènes aux origines de
l’enclave phocéenne d’Emporion’. Grecs et indigènes de la Catalogne à la Mer Noire, Paris. Pp. 65- 79.

AA. VV. (1993) ‘El yacimiento de Mas Castellar de Pontós y el comercio del cereal iberico en la zona de Emporion y Rhode’. Archivo Español de Arqueologia, 66. Pp. 31-70.


LOMBARDO, M. (2001) ‘Émporoi, Emporion, Emporitai: forme e dinamiche della presenza greca nella penisola iberica’. AA. VV., Hispania Terris Omnibus Felicior. Pp. 73- 86.

CONTACTOS ENTRE GRIEGOS E INDIGENAS EN LA GALIA. LOS CASOS DE SAINTE- BLAISE Y LA REBELIÓN DE LOS SALYENSES

CONTACTOS ENTRE GRIEGOS E INDIGENAS EN LA GALIA.
LOS CASOS DE SAINTE- BLAISE Y LA REBELIÓN DE LOS SALYENSES

Cerca Marsella, el yacimiento de Saint- Blaise tiene una organización urbanística fechada antes de la fundación de Marsella, como demuestran las primeras dos fases de la muralla: el agger protohistórico (segunda mitad del VII a.C.) y la muralla con construcción isódoma griega, sobrepuestas, ambas siguen el mismo andén, indicando el uso de la orientación antigua en la época siguiente. Además, la fundación fue planificada porque había en todo el lugar una preparación uniforme de guijarros. Así, Saint- Blaise parece ser parte de una red de contactos que no incluye Marsella, y compite contra productos phocaeos hasta los finales del VI a.C., en cambio la mayoría de las importaciones provienen de Etruria, Corinto o Esparta. 
Figura 1: plan general de Saint-Blaise, con trazas de la organizacion urbanistica
Por su parte, Marsella parece más interesada, después de la mitad del VI a.C., en el valle del Huveaune al este. Llegando a crecer las importaciones en las aldeas de Mayans, Roc de la Croix y Saint-Marcel hasta el 50% de la totalidad del material. Pero, posteriormente, estos muestran destrucciones violentas y son abandonados de la mitad del VI a.C. a la del V a.C., provocando en la zona un declive demográfico indigena en beneficio de los marselleses. En cambio, en el IV- III a.C. reaparecen oppida celta- ligures. Se calcula que se produjo un “boom” demográfico (de 40 a 86 sitios entre el 250- 150 a.C.), así como la fundación de las colonias de Olbia y Nikaia por parte de los marselleses. Por ejemplo, Verduron nace a 9 km de Marsella, con vista a su bahía, pero, sin apenas sus importaciones. Su destrucción, cerca del 200 a.C., parece ser el acto de un ejército organizado con artillería. Trazas como las jarras pisoteadas y las lanzas en dolia sugieren saqueos, muy probablemente por parte marsellesa. También otros sitios - Teste Negrè, Entremont I y Roquepertuse, donde había proyectiles de ballestas - parecen ser destruidos, mientras que Estrabón (IV.6.3) cuenta que Marsella construyó una nueva muralla contra el peligro de la recién creada confederación de los Salyenses. ¿En lugar de un interés marsellés en el interior fue al contrario la movida de sus rutas hacia Italia, como muestra la desaparecida de ánforas massaliotes, a provocar la reacción salyense? Pero también en el momento más conflictivo hubo influencias no unilineales, pero de ambos. Los celta- ligures no fueron solo parte pasiva del proceso: las típicas urnas de cocina se convirtieron en el tipo más usado en Marsella en el II a.C., hasta que los Romanos no intervinieron en Provenza. Por último, en el santuario rupestre griego de Aristeo, en la chora de Olbia, hay muchas ofrendas por celtas: ¡Adretillos y Regoualos escriben en griego fonemas gálicos, agradeciendo al dios griego y venerándolo, mientras que los Salyenses asediaban Olbia!!! 
Figura 2: Dedicatoria por parte de "Regoualos, hijo de Ouelaunos, como voto" al santuario de Aristeo.


BIBLIOGRAFIA
AA. VV. (2014) Les territoires de Marseille Antique, Arles.

BATS, M. (2010) ‘Les dedicants gaulois du sanctuaire d’Aristée de la Chora d’Olbia de Provence (Hyères, Var) Connassaient-ils le gallo-grec?’. AA. VV., Studia celtica classica et romanae Nicolas Szabó, Budapest. Pp. 51- 54.

BATS, M. (2012) ‘ Greeks and Natives in South Gaul: Relationship, Acculturation and Identity’. HERMARY, A. TSETSKHLADZE, G. R. From the Pillars of Hercules to the footsteps of the Argonauts, Leuven- Paris- Walpole. Pp. 3-20.

BERNARD, L. COLLIN-BOUFFIER, S. TRÉZINY, H. (2010) ‘Grecs et indigènes dans le territoire de Marseille’. Grecs et indigènes de la Catalogne à la Mer Noire, Paris. Pp. 131- 146.

ISOARDI, D. (2012) ‘Demographic analysis of Pre-Roman population near the greek colony of Massalia (Southern France)’. HERMARY, A. TSETSKHLADZE, G. R. From the Pillars of Hercules to the footsteps of the Argonauts, Leuven- Paris- Walpole. Pp. 37-60.

Martin-Kobierzyki, E. (2012) ‘Loppidum de Saint-Blaise, un exemple durbanisation archaïque dans le Sud de la France’. Habelt, R. Die frage der protourbanisation in der Eisenzeit, Bonn. Pp. 221- 241.



lunes, 7 de diciembre de 2015

Breve mención a las cerámicas griegas en Italia

La influencia de Oriente en la cerámica griega antigua se percibe ya desde el siglo IX a.C. En torno al 1050 estilo protogeométrico hace acto de presencia en Atenas y se reconoce por sus cerámicas decoradas con círculos y semicírculos concéntricos. En cambio, no predomina una recarga decorativa sobre la superficie del objeto. A partir del 800 a.C. Aparece una nueva decoración figurativa que comienza a plasmar formas animales y, posteriormente, humanas además de unas formas naturales que aunque todavía geométricas, mucho más naturales. En este aspecto es la polis ateniense la que destaca por su iniciativa decorativa y tras ella aparecen otras como Corinto, Argos, Beocia, Creta y las de Grecia Oriental.
(Cerámica griega proveniente del Dypilón)


A partir del siglo VII se erigirá Corinto como la gran polis referente de cerámica. Pasará a marcar la pauta estilística y dominar las exportaciones por el Mediterráneo Occidental. Su auge se extenderá hasta la segunda mitad del siglo (Broadman, 1983). Dentro de la cerámica corintia destaca un estilo nuevo y refinado respecto al anterior denominado protocorintio y famoso por sus decoraciones orientalizantes. Es además la pionera en el desarrollo de la técnica de figuras desarrollada durante el último tercio del VII a.C. Algunos expertos, no obstante, apuntan a una cierta pérdida del detalle, y con ello, de la calidad decorativa en estas cerámicas en virtud de una mayor producción que abasteciera a la enorme demanda de este tipo de cerámica. Cabe destacar la presencia de cerámica corintia en contextos funerarios junto a objetos locales siendo, como ya hemos dicho, los vasos importados más antiguos registrados en Italia. Esta gran corriente decorativa conseguirá extenderse y ser imitada, entre otros, por los atenienses quienes le añadirán un concepto narrativo a las figuras.
Será entonces cuando la cerámica ática releve a la corintia predominando sus dibujos de silueta y de perfil. La figuración de formas humanas y escenas mitológicas se extiende y, en relación a la entrada anterior (por alusiones) conforma un ejemplo perfecto de la plasmación cultural, mitológica y religiosa en el conjunto cerámico.

Pese a la rápida y sencilla exposición y superposición de estilos y tipologías en lo que podríamos decir que domina y define el mercado cerámico del momento, no debemos pensar que los griegos monopolizaban este mercado ni que se encargaban personalmente de su distribución. Más bien el planteamiento parte del análisis de mercado que les permite observar la demanda de una determinada cerámica que comenzarán a producir sistemáticamente y diversos agentes comerciales (entre los que se encuentran fenicios y púnicos en la geografía mediterránea occidental) se dedicarán a distribuir. En este sentido Sicilia figurará como centro redistribuidor de las cerámicas que llegan a la isla y que se enviarán a diferentes puntos tanto de origen heleno como nativo, fenicio o púnico.

Respecto a los motivos que impulsan y dinamizan el circuito económico cerámico podrían destacar varios aunque son, de momento hipótesis. Por un lado cabe la posibilidad de que los colonos griegos en un momento inicial de la apoikía carecieran de los hornos que les permitiera fabricar esta cerámica y que recurrieran a la importación. En otros casos parece ser que el origen étnico de la misma apoikía inclina su demanda hacia una tipología concreta como ocurre con la demanda tarentina de vasijas espartanas. Si entendemos que a las colonias también llegaban maestros alfareros y artesanos es probable que fueran capaces de sufragar la demanda de aperos culinarios y domésticos en un lapso no muy extenso de tiempo. Es en este momento donde podría entrar la segunda posibilidad y es la demanda indígena de productos griegos que vinieran en recipientes cerámicos como aceite, vino, perfumes (Corinto)... . A partir de ellos conocerían una cerámica que poco a poco aumentaría su valor comercial en la medida que se convierten en verdaderas obras de arte. Un ejemplo claro de este último planteamiento lo constituyen los vasos áticos denominados tirrenos con gran mercado entre los etruscos (Broadman, 1983).

Sin embargo, pronto aparecerán centros productores, de origen griego en la Magna Grecia que se configuren como una autentica competencia comercial. Unos focalizados a la producción cerámica para grupos nativos (quizás helenizados que comiencen a plasmar su cultura a través del esquema figurativo griego). Y, por supuesto, centro indígenas que comenzarán a utilizar las técnicas griegas para cubrir sus propias necesidades. Así aparecen las imitaciones de tipo cerámicos, como resultado de la confluencia de influencias y necesidades locales. Finalmente, cabe reseñar que nunca es sencillo establecer de forma directa estas influencias ni catalogar una pieza cerámica como imitación. Al fin y al cabo ¿donde está la frontera entre una apoikía que copia una forma cerámica y una apoikia floreciente que desarrolla una linea artística propia, quizás inspirada en una preexistente?




DEL OLMO, C. (2010), Paisaje identidad y religión. Ed. Bellaterra, 2010.

ESCOHOTADO A.; BALSEIRO M. (1999) Los griegos en Ultramar: comercio y expansión colonial antes de época clásica. Ed. Alianza, Madrid.

GARCIA A.; MURILLO G. (2004) Protohistoria, Pueblos y culturas en el Mediterráneo entre los siglos XIV y II a.C. Ed. UB, Barcelona.

VAQUERIZO GIL, D.(coord.) (1994) Arqueología de la Magna Grecia, Sicilia y la Península Ibérica. Ed. Egartorre Libros, Córdoba.



Imagen extraída de: http://arteinternacional.blogspot.com.es/2009/05/ceramica-griega-etapas-y-ejemplos.html
Cerámica griega, influencias entre diversas culturas.

El conocimiento de la cerámica en el mundo antiguo nos permite profundizar enormemente en diversos aspectos de culturas antiguas. La presencia de restos cerámicos representa el interés de un entorno perceptor de la misma del producto que transporta, ya sea aceite, trigo, cualquier producto consumible así como todo un menaje que nos revela unas costumbres en torno a la comida. Por otro lado, la aceptación de estas formas cerámicas extranjeras nos permite deducir una proximidad (¿comercial?¿social?) entre dos culturas, aunque no siempre sea fácil definir el momento en el que se desarrolla.

Estas dos culturas deben coexistir en un contexto y un espacio y mantener unas buenas relaciones, o incluso una cierta interdependecia dado que si no no sería posible establecer este patrón de intercambios, que, conforme se articule y se complique nos permitirá definir auténticas rutas comerciales. Ni que decir tiene que primero la cerámica entra en contacto con estos grupos nativos como elementos contenedores en el que lo importante es su producto para, posteriormente, desarrollarse como objetos artísticos valiosos en sí mismos. Es en este momento cuando, a través de sus representaciones figurativas decorativas, se puedan acercar todavía más las culturas, iconografía y religión griega a los consumidores adoptando un papel de propagación cultural. Posiblemente, uno de los mayores indicadores de la influencia de la cerámica griega y la cultura que intrínsecamente transportan sea su recurso como objeto suntuario y funerario. En el último peldaño de este proceso de acercamiento y sinecismo cultural se halla el hecho de considerarlo -desde la óptica de un mesenio, yapigio, enotrio o sículo- como un objeto lo suficientemente valioso para llevárselo a la tumba.




Por si esto fuera poco, el estudio que durante años se ha realizado en torno a la cerámica nos ha permitido establecer tipologías muy diferenciadas y asociadas a ellas, una cronología que nos suponen una referencia en cuanto a fechas absolutas. Esto nos facilita la laboriosa tarea de intentar determinar en el tiempo estos procesos sociales y políticos. Nos darán una referencia postquem pero nos acotará el momento de interacción. Además esta tipología servirá para ilustrar las rutas comerciales de la época siguiendo sus hallazgos y sus descubrimientos permitiéndonos dibujar un panorama mucho más complejo de lo que tradicionalmente se había creído. Por último a través de sellos y firmas de autores que elaboraban estas cerámicas es posible llegar a conocer tan profundamente un estilo que podemos incluso distinguir entre talleres, pintores etc. (Boardman 1983).

Principales Rutas Comerciales Griegas en el Mediterráneo
Ruta Eubea
Eubea- Istmo de Corinto
Ruta Corintia
Corinto- Costa Oriental de Italia
Ruta Rodia
Desde Cumas por Apulia hasta Rhodas
Ruta Calcídica
Conectaba Cumas con el Norte de Sicilia
Ruta Focea
Extremo occidental: Emporion, Alalia, Massalia
(Datos extraídos de García A., 2004)





DEL OLMO, C. (2010), Paisaje identidad y religión. Ed. Bellaterra, 2010.

ESCOHOTADO A.; BALSEIRO M. (1999) Los griegos en Ultramar: comercio y expansión colonial antes de época clásica. Ed. Alianza, Madrid.

GARCIA A.; MURILLO G. (2004) Protohistoria, Pueblos y culturas en el Mediterráneo entre los siglos XIV y II a.C. Ed. UB, Barcelona.

VAQUERIZO GIL, D.(coord.) (1994) Arqueología de la Magna Grecia, Sicilia y la Península Ibérica. Ed. Egartorre Libros, Córdoba.

Foto extraída de: http://placidosociales.blogspot.com.es/2013/02/1-ccss-bloque-4-italia-en-el-siglo-vii.html

domingo, 29 de noviembre de 2015

CARTAGINESES Y ROMANOS EN SICILIA

A partir del siglo V a.n.e. se inició la presencia cartaginesa en Sicilia. Aún así, el control griego continuó siendo más prominente, dominando la mayor parte de la isla bajo la dirección de Siracusa. Los núcleos cartagineses fueron pocos y se situaron en el extremo oriental de la isla. La rivalidad territorial creciente desembocó en una serie de conflictos armados por el control de la isla: las guerras sicilianas o greco-púnicas. Así, en este período es posible observar arqueologicamente destrucciones, abandonos y remodelaciones. 

El análisis de la forma de contacto y de la progresiva invasión del mundo griego en Sicilia, presenta un interés elevado para ver los cambios. Se trata de un proceso complejo, con momentos de más o menos resistencia, continuidad y innovación. La intervención romana acentúa las diferencias de desarrollo entre las zonas de la isla. Uno de los aspectos que más la condicionan es la helenización de una parte importare de la isla, la costa este y su área anexa. Mientras tanto, en la costa norte siguen predominando los pueblos indígenas con una red de asentamientos urbanos. El interés de Roma por la isla surgirá en la mitad del siglo IV a.n.e. La intervención romana parece augmentar el proceso de diferenciación entre las distintas zonas de la isla. El complejo sistema de ciudad-estado, establecido con mayor presencia en las costas, entra en crisis. 

Las colonias griegas son demasiado pequeñas para defenderse y defender su territorio ante los romanos o los cartagineses. La actuación de Hierón II hace que la parte oriental, en zonas como Siracusa, Lentini, Catania, Acre o Megara Myblea, permanezcan excluidos de este conflicto, a excepción de los dos primeros años de conflicto (Bejor, 1983: 348-349). Poco a poco, las grandes polis griegas van desapareciendo como Mazarino en el año 260 a.n.e., Erbesso abandonada y saqueada en 258 a.n.e. o Selinunte que en 250 a.n.e. es abandonada. La primera Guerra Púnica conduce a la desaparición de un buen número de centros. Se puede observar también el destino de tres ciudades que tuvieron éxito como sede del comando púnico de operaciones: Agrigento, que es la primera en ser conquistada (262 a.n.e.), es saqueada y sus habitantes son vendidos como esclavos. Palermo tomada en el 254 a.n.e., se convierte en la base de la posterior romana, tanto en Sicilia como en África. O en Lilibea, que en el 241 a.n.e. sin dejar de ser púnica esencialmente su población, seguirá siendo la capital de Sicília, reemplazando a Siracusa y después compartiendo esta categoría.


Centros que desaparecen entre el momento de Agatocles y la Guerra Púnica: 1. Vassallaggi. 2. Sabucina. 3. Capodarso. 4. Gibil Gabib. 5. M. Saraceno. 6. M. Desusino (Falarion ?). 7. Gela. 8. M. Pellegrino (Heirkte?). 9. Rocca Nadore (Azonai?). 10. M. Adranone (Adranone?). 11. Castellazzo di Marianopoli (Mitistrato?). 12. Kassar. 13. Selinunte. 14. Marineo. 15. Cefalà. 16. Corleone. 17. M. Alburchia. 18. Montedoro sopra Montelepre. Fuente: Bejor, 1983.

Los dispersos asentamientos rurales típicos del período griego, desaparecen y no tendran continuidad en esta época de conflictos hasta la época romana. La desaparición de los centros, se contrapone con el pasado de la grandeza de las colonias griegas de la costa meridional, consecuencia de la intervención romana, pero que ya comienza en el siglo IV (Vacanti, 2012).  

Finalmente, en 241 a.n.e. Sicilia se convertirá en la primera provincia romana fuera de la península Italiana. Des de la época de Augusto, los asentamientos rurales se multiplican otra vez por toda la isla. También se puede observar una reducción de la red urbana en las áreas todavía florecientes en los siglos II-I a.n.e sobreviven casi todos los centros con puerto en la costa (Miccichè et alli. 2006: 373).  


Principales asentamientos rurales de Sicilia. 1. Butera, Fontana Calda. 2. Butera, contrada Priorato. 3. Gadira e Petrusa presso Vassallaggi. 4. Aguglia. 5. Avola. 6. Casale presso Piazza Armerina. 7. S. Onofrio presso Tripi. 8. Tortorici. 9. Camporotondo presso Gangi Vecchio. 10. Partinico (Parthenicum?). 11. Carini (Hykkara?). 12. Cusumano. 13. Sciacca. 14. M. Adranone. 15. Realmonte. 16. Tellaro presso Eloro. 17. Patti. Fuente: Bejor, 1983.

BIBLIOGRAFÍA:

BEJOR, G. (1983) 'Aspetti della romanizzazione della Sicilia'. Publications de l'École française de Roma, 1. Pp. 345-378. 

BOARDMAN, J. (1986) Los Griegos en Ultramar: comercio y expansión colonial antes de la era clásica. Ed. Alianza Universidad, Madrid.

BUSCEMI, F. (2012) Architettura e romanizzazione della Sicilia: gli edifici per spettacoli. Machina Philosophorum, Roma.

DOMÍNGUEZ. J. (1989) La Colonización Griega en Sicilia. BAR, Oxford.

MICCICHÈ, C., MODEO, S., SANTAGATI, L. (Ed.) (2006) La Sicilia romana tra Republicana e Alto Imperio. Biblioteca centrale della Regione siciliana, Caltanissetta.

VACANTI, C. (2010) Guerra per la Sicilia e guerra della Sicilia. Il ruolo della città siciliane nel primo conflitto Romano-Punico. Jovene editore, Napoli. 


Laia Catarineu


viernes, 27 de noviembre de 2015

Relaciones entre colonos y nativos en Italia Meridional

Las relaciones que mantuvieron los colonos griegos y las poblaciones nativas preexistentes son un objeto de estudio desde hace no muchos años. Al menos desde una óptica social y económica que trascendiera los restos arqueológicos materiales. Es por esto que no es sencillo encontrar información al respecto y las pocas alusiones a las mismas relaciones nos vienen dadas en pequeñas dosis por diversas fuentes. De todas las maneras, lo que debe quedar claro desde el primer momento que nos planteemos cómo eran estas relaciones es que no fueron, ni mucho menos, una realidad homogénea ni estática. En los diferentes territorios se mantuvieron diferentes formas de contacto que evolucionaron de maneras diversas.

Se ha sostenido tradicionalmente que los nativos que quedaron encuadrados dentro del área de influencia territorial y política griega estaban sometidos y eran esclavos al servicio de las apoikias. Sin embargo, también se menciona la rápida aculturación y asimilación de patrones económicos y culturales (asimilación de cultos, formas de enterramiento o producciones cerámicas) de los centros indígenas que estaban en contacto directo con los griegos. Entre estos dos extremos, creo yo, existía una realidad mucho más compleja. Si bien es cierto que en poblaciones sículas y elimias, como es el caso de Sicilia, adoptaron el alfabeto calcídico y las técnicas de fabricación de items cerámicos y bronces, también es verdad que en otros casos los nativos eran más hostiles y belicosos como las fuentes hacen referencia en la zona de Tarento.

El caso de Tarento es significativo porque se asientan en un enclave previamente habitado por los yapigios que, naturalmente les hacen frente. Es una fundación colonial que parte de la victoria militar y el desplazamiento de estos nativos hacia zonas interiores(MONEDERO,xxx ). Un hecho, el de desplazar (o replegarse, dependiendo de la iniciativa migratoria), que bien se repite en otras colonias meridionales como Locris o Siris (ESCOHOTADO, 1999). Yo, personalmente, me inclino a pensar a que en un momento inicial las colonias griegas fueron establecidas en zonas que no presentaran una estructura social ni militar suficientemente desarrollada para hacerlos frente y, posteriormente, buscaron mantener buenas relaciones con estas poblaciones puesto que les ofrecían un buen mercado.


En momentos más tardíos estas colonias crecerán y buscarán ampliar su territorio (chora) para ampliar la agricultura y su explotación principalmente. En este sentido, son Síbaris y Siracusa desarrollan un imperialismo en un momento temprano a costa de la población nativa. Es lógico pensar que en este proceso poblaciones nativas se declararan “sumisas” y otras opusieran cierta resistencia. De ahí que encontremos nativos sometidos y nativos que aparecen como aliados de estas colonias. Así pues, en este proceso de consolidación territorial quedarían incluidas estas poblaciones, o bien como esclavos o bien como aliados (aunque seguramente con una consideración social inferior). Es anecdótico mencionar que fuentes clásicas ya hacían alusiones a la facilidad con la que Síbaris concedía la ciudadanía a extranjeros (DIODORO XII, 9,2). Como vemos, también la necesidad de población podría fomentar la inclusión de estas poblaciones vecinas. Por el contrario, en Metaponto si entendemos que la explotación agraria era su principalmente fuente de riqueza es más viable pensar en un sometimiento nativo en busca de una producción al más puro estilo esclavista. Quizá fruto de esto se explique la inestabilidad que durante el siglo VI a.C. con luchas y revueltas constantes con la población indígena (SIENNA). Por su parte, en Siris, Guzzo expresa que los restos materiales indígenas hallados (cultura enotria) hay que interpretarla como la absorción de mano de obra indígena para tareas agrícolas. Quizás podríamos identificarlos con un sustrato social bajo asimilable a los ilotas espartanos (LA TORRE, 2011).

A un lado, queda la edificación griega de templos y núcleos habitacionales sobre poblados indígenas. Esta práctica al más puro estilo imperialista representa la victoria política y define el poder político de una población sobre otra. Tenemos ejemplos de esta actividad por toda la Magna Grecia por lo que podemos deducir que, en poblaciones hostiles se tomaran estas medidas mientras que constituían un elemento ejemplarizante para las demás. De todas formas aún estamos muy lejos de entender y definir correctamente las relaciones que se mantuvieron en esta zona meridional itálica, en parte obstaculizada por la existencia de poblaciones indígenas muy helenizadas cuyos restos no son siempre fácilmente discernibles. Del mismo modo, entre poblaciones que mantienen buenas relaciones y que conviven es natural que se den matrimonios mixtos que, a su vez, fomentaran una rápida relación y acercamiento cultural. Sin embargo, este apartado tampoco está muy desarrollado.

En conclusión podemos decir que las relaciones entre griegos y nativos fueron de diversa naturaleza y que abarcaron desde una esclavitud (en el sentido más genérico del término entendido como sometimiento y explotación de la fuerza de trabajo) hasta unas buenas relaciones que les llevaron a participar en campañas militares de manera conjunta como aliados. En este sentido debieron de existir tratados de hospitalidad y regalo (principi amici) entre los colonos y, presumiblemente, las élites nativas que resultaron fundamentales en el desarrollo y afianzamiento de las rutas y los mercados comerciales (LA TORRE, 2011). De estas buenas relaciones se deduce la asimilación de prácticas griegas tales como el simposio y las prácticas funerarias de tipo heroico que encontraremos entre las élites sociales nativas.


Bibliografía:

DEL OLMO, C. (2010), Paisaje identidad y religión. Ed. Bellaterra.

ESCOHOTADO A.; BALSEIRO M. (1999) Los griegos en Ultramar: comercio y expansión colonial antes de época clásica. Ed. Alianza, Madrid.

HIDALGO DE LA VEGA, M.J. (1998), Historia de la Grecia Antigua. Ed. Universidad Salmanca, Salamanca

LA TORRE, G.F. (2011), Sicilia e Magna Grecia. Archeologia della colonizzazione greca d´Occidente. Ed. Latterza, Bari.

DOMINGUEZ MONEDERO, A (1991) Los griegos en Occidente y sus diferentes modos de contacto con las poblaciones indígenas. Cuadernos de prehistoria y arqueología. ISSN 0211-1608, Nº 18, págs. 149-178  

VAQUERIZO GIL, D.(coord.) (1994) Arqueología de la Magna Grecia, Sicilia y la Península Ibérica. Ed. Egartorre Libros, Córdoba.

jueves, 26 de noviembre de 2015

EL LIMES IDEOLÓGICO: INFLUENCIAS Y CONTACTOS CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS EN EL SUROESTE DE LA MAGNA GRECIA


Como adelantamos en anteriores entradas, la demarcación de un limes físico a través del asty y la chora de cada centro, no implica una separación ideológica y real del mundo indígena que rodeaba a las colonias. De hecho, los testimonios arqueológicos demuestran una constante convivencia con las etnias locales a través de los ajuares de las necrópolis, en las que hallamos material híbrido cerámico como en el caso de Pitecusa o, en los primeros momentos de la necrópolis de Cumas, cerámica todavía indígena, cercana a donde antes de la llegada de los griegos se situaban tumbas nativas, lo cual prueba el contacto entre los llegados de Pitecusa y los indígenas, antes de existir Cumas como centro urbano.(BOARDMAN,1975).  También tenemos casos de asentamientos y cementerios nativos en el interior de los territorios adscritos a algunas ciudades griegas, como en el caso de Posidonia, en cuyo terreno adyacente se hallan los centros de Palinuro y Molpa, a unos 55 km al S de Posidonia, donde griegos e indígenas convivieron hacia la mitad del s VI a.C. ¹

Pitecusa (San Montano). Anforilla de impasto de procedencia etrusco-lacial. Tumba 159, 4/4 s VIII a.C. (Según Ridgway 1984).  Fuente: Monedero, 1991


También encontramos topónimos, como en el caso de la isla de Ischia, cuya raíz es indígena, pero el resultado es una suerte de adaptación por la pronunciación griega posterior. (DOMÍNGUEZ MONEDERO, 1991).

Estos y otros casos están atestiguando de manera directa, que el grado de convivencia entre los dos mundos era muy estrecho, por razones sociales y culturales, incluso aunque los centros escogidos por los griegos fuesen diferentes a los existentes en período pre-colonial. Este sería el caso de los datos obtenidos en los derribos de la acrópolis de Pitecusa, donde los restos cerámicos hallados recogen una ausencia absoluta de cerámica pre-helénica, lo cual indica casi con toda seguridad que el asentamiento fue efectuado en una zona hasta ese momento no ocupada por los habitantes nativos. (RIDGWAY, 1997).


Ajuar de la tumba prehelénica nº 3 Osta, en Cumas. Hacia el 780 a.C. con copa a chevrons del Geométrico II.  (Según Magna Grecia I, 1985) (Fuente: Monedero, 1991).

Además, resulta evidente que los contactos con las élites indígenas debían sentar las bases de la diplomacia que tan necesaria sería para asentarse en un territorio ocupado y explotado con anterioridad. Por lo que entra en juego el valor estratégico comercial que jugaban las relaciones con los nativos, cuyos conocimientos del terreno y explotaciones de mineral locales resultaron muy fructíferas para los nuevos inquilinos, como ocurría en la zona ocupada por los etruscos.

Por otro lado, también es necesario destacar que la hélade se componía de una gran amalgama de pueblos diferentes, respetando la pluralidad de cada localidad pero conformando la base de una misma cultura; ideológica, religiosa, comercial y socialmente, con lo cual, no es extraña la idea de que englobasen a estas primigenias comunidades dentro de un marco más amplio, pasando a conformar una parte muy importante de la sociedad.


Las necrópolis de la Campania protohistórica a) Necrópolis villanovianas; 1: Arenosola; 2: Capodifiume. b) Necrópolis de la cultura de las tumbas de fosa del tipo Cumas: 3: Suessa; 4: Presenzano; 5: Allifae; 6: Cales; 7: Trebula; 8: Calatia: 9: Saticula; 10:Caudium; 11: Suessula; 12: Nola; 13: Avella; 14: Striano; 15: S. Valentino; 16: S. Marzano: 17: Stabiae; 18: Vico Equense (además de la propia Cumas). c) Necrópolis de la cultura de las tumbas de fosa del tipo Oliveto-Cairano: 19: Bisaccia; 20: Calitri; 21: Montecorvino Rovella (además de las propias Oliveto y Cairano) (según Gastaldi, en AION, 1,1979,fig. 1) (Fuente RIDGWAY, 1997).
 


¹ Esta fecha se obtuvo de los hallazgos cerámicos y ornamentales en algunas de las tumbas y en los muros de dicha necrópolis. (BOARDMAN, 1975).

Bibliografía:

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A.J.: Los griegos de Occidente y sus diferentes modos de contacto con las poblaciones indígenas. El momento de fundación de la colonia. CuPAUAM, 18-1991, 149-177.

BOARDMAN, J.: Los griegos en ultramar. Alianza Editorial, Madrid, 1975.

LEONE, R.: Luoghi di culto extraurbani d’ età Arcaica in Magna Grecia. Casa editrica Le Lettere, 1997.

RIDGWAY, D.: El alba de la Magna Grecia. Pitecusa y las primeras colonias griegas de Occidente. CRÍTICA, Barcelona, 1997.



domingo, 22 de noviembre de 2015

CONFLICTOS Y PROBLEMAS CON LA POBLACIÓN NATIVA DE SICÍLIA: LA REVUELTA DE DUCETIO

En entradas anteriores hemos podido observar a grandes rasgos los conflictos y las transformaciones que ocasionó la presencia griega en la isla de Sicilia. Uno de los hecho mas destacados lo protagonizó Ducetio entre el 465-440 a.n.e. Según las fuentes, Ducetio, era un caudillo sículo helenizado, miembro de una familia renombrada y poderosa en su época (Diod. XI, 78, 5). Este elemento, nos muestra el nivel de jerarquización ya importante en el siglo V a.n.e. en este territorio (Domínguez, 1989: 82). Este movimiento protagonizado, dirigido y encabezado desde y por la élite, buscaba mejoras sociales y políticas después de de la dominación griega de la zona. Uno de los aspectos realzable de la revuelta, es que se llevó a cabo según los parámetros típicos griegos. Es decir, se utilizaron las consignas helenas de dominación y control territorial (Albanese Procelli, 2003: 252).

La Sicilia de mediados del siglo V a.n.e. Fuente: Cardete del Olmo, 2007.
Los orígenes de la revuelta se encuentran con las políticas de Emménidas agrigentinos y, especialmente, de los Dinoménidas siracusanos. Se llevaron a cabo unas medidas agresivas con la población autóctona: traslados de poblaciones debido a la voluntad de las élites griegas de ampliar su dominación del territorio. Como consecuencia, provocó un aumento del descontentamiento de las élites locales, surgió de ellas ya que son las que tenían más contacto con el agente colonizador (Cardete del Olmo, 2007a:118). Los sículos habían perdido territorio, parte de sus tradiciones e identidad. Por otra parte, las nuevas élites agrarias, ahora con el poder, les interesaba mantener buenas relaciones con los nativos y así, aumentar los territorios controlados. Para ellas, era más fácil una buena relación con las élites locales que no centrar su poder en la sumisión política y el control.
Ducetio se convirtió en oikistes de ciudades y refundador de cultos arcaicos, llegando a fundar nuevas poblaciones como nos lo muestra la arqueología del territorio. Entre ellas, fundó la ciudad de Menaion (459 a.n.e.), construida a imagen y semejanza de las ciudades-estado griega y, posteriormente, Palike (453 a.n.e.), de la cual se han encontrado los restos arqueológicos. La primera funcionó de centro político, mientras que la función de Palike era más bien el simbólico (Cardete del Olmo, 2007b: 69-72). Años mas tarde, fundó otra nueva colonia: Kalé Akté (448-446 a.n.e.). Finalmente, con su muerte al año 440 a.n.e., no se produjeron más levantamientos de los nativos a tal escala.
Este movimiento autoctonista, defensor étnico, surgía de unas élites que ya habían adoptado elementos llevados por los griegos y que por tanto no puede ser catalogado como un movimiento de simple reacción al enemigo invasor. Pero aún hay más, la élite revolucionaria había estado educada de la forma griega y seguía sus patrones en muchos aspectos. Ducetio fue la cabeza visible de este movimiento, su líder carismático, que nos ayuda a entender la desigualdad que la sociedad colonial provocó a nivel territorial, económico, político, pero también ideológico y cultural.

Hestiaterion y gruta del santuario de los Palaki, hoy devastados por un incendio, vistos desde el Sur. Fuente: Cardete del Olmo, 2007.
Así, podemos ver en el este período hubo fundaciones tanto por parte de los colonizadores, como también por parte de los nativo, es decir, fue un espacio dinámico. A nivel territorial se trata de un período de grandes transformaciones, que se pueden observar a nivel arqueológico. 


Bibliografia:
ADAMESTEANU, D. (1962) 'L’ellenizzazione della Sicilia e il momento di Ducezio', Kokalos, 8. Pp. 167-198.
AMOURETTI, M.C., RUZE, F. (1987) El mundo griego antiguo. Akal, Madrid.
ASHERI, D. (1992) 'Agrigento libera: rivolgimenti interni e problema costituzionali, ca. 471-446 a. C.' en BRACCESI, L. e DE MIRO, E. (eds.): Agrigento e la Sicilia greca, Atti della settimana di studio, Agrigento 2-8 maggio 1988, Roma. Pp. 95-111.

BOARDMAN, J. (1986) Los Griegos en Ultramar: comercio y expansión colonial antes de la era clásica. Ed. Alianza Universidad, Madrid.

CARDETE DEL OLMO, M.C. (2007a) 'El silencio de los oprimidos: el culto de los Paliki'. Revista de Ciencias de las Religiones, 19. Pp. 67-84.

CARDETE DEL OLMO, M.C. (2007b). 'Sicilia Sícula: al Revuelta Étnica de Ducetio (465-440 aC)'. Stud. Hist., 25. Pp. 117-129.

CARDETE DEL OLMO, M.C. (2009) 'Construcciones identitarias en el mundo antiguo: arqueología y fuentes literarias. El caso de la Sicilia Griega'. Arqueología espacial, 27. Pp. 29-46

DOMÍNGUEZ MONEDERO A. J. (1989) La Colonización Griega en Sicilia. BAR, Oxford.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A J. (2001) La polis y la expansión colonial griega. Siglos VIII-VI. Ed. Sintesis, Madrid.

MARTÍNEZ-PINNA, J. (2002) 'Los Sículos'. Gerión, 6. Pp. 79-108.

PÉRÉ-NOGUÉS, S. (2012) 'Diodore de Sicile et les Sikèles: histoire et/ou mémoire d’un «ethnos» et de son héros Doukétios'. Dialogues d'historie ancienne, 6. Pp. 155-170.

RIZZO, F. P. (1970) La Repubblica di Siracusa nel momento di Ducezio. U. Manfredi, Palermo.

Laia Catarineu