miércoles, 28 de octubre de 2015

LA ANTROPIZACION DEL PAESAJE EN GALIA E IBERIA

La antropización del paisaje en GALIA E IbEria

En el caso de Massalia, el origen de la colonización del extremo occidental del Mediterráneo, la migración fue por motivaciones económicas: Justino cuenta que por los Phocaeos Protis, el jefe de la expedición, busca un buen atracadero para situar un emporion. Pero las causas fueron también políticas, dado que ya antes de la Persia de Ciro el Grande, que conquistará Phoacea en el 546 a.C., la Lidia estaba presionando sobre las fronteras de las ciudades griegas- jónicas de la costa de Asia Menor, así ciudadanos que se sentían amenazados emigraron a Occidente como afirma Heródoto. Particularmente la construcción de Massalia cambia el paisaje, antes en verdad, algunos asentamientos de la laguna fueron abandonados por los probables aluviones de los ríos y por la desforestación causada por un tipo de cultivo llamado abattis-brûlis[1], pero al final del VII a.C. adelantada por el desarrollo de la agricultura ayudada por la difusión de herramientas en hierro. Al mismo tiempo se fecha la nacida de proto-jefes en tribus como afirma la leyenda de fundación massaliota, segundo algunos por los comercios con comunidades estructuradas en modo aristocrático -principesco, como los etruscos, que ya llevaban aquí sus productos desde, por lo menos, la mitad del VII a.C. 
Figura 1: Desarrollo de la poblacion celtica y griega en las proximidades de Marselle
La llegada pacífica de los griegos en contraposición con la hostilidad a través de la guerra o engaños para echarlos de su propiedad, como en el caso de Locri Epizefiri (Polybe, Hist. 12.V.6). Aristóteles y Justino dicen que durante 50 años el pequeño grupo de colonos convivió con los Segobrigés sin conflictos como comprueba el matrimonio mixto, que admite a lo mejor un grado de dependencia bajo de los indígenas; amistad que se rompió con la segunda oleada de foceos en la mitad del VI a.C. El territorio pasa en el VI a.C. de una agricultura abattis-brûlis a una extensiva, con la utilización del arado ligero, así como se puede ver un aumento de la modificación del territorio costero (colonias massaliotas) y a lo largo del Ródano hasta Lión (asentamientos célticos, que se rodean de muralla...). Por ejemplo se descubrió a Lattara (Montpellier) ánforas etruscas con restos analizados arqueobotánicamente, y una piedra de prensa fechadas a el final del VI- inicios V a.C., que documentan la difusión de la vid. 
Figura 2: Localizacion de las anforas y de la piedra de prensa en Lattara (Montpellier)


En cambio en Cataluña y en la costa más al Sur de Ibéria el impacto de los griegos sobre el paesaje se sitúa más tarde y con menor efecto, por ejemplo a Ampurias convivieran la ciudad griega también después la segunda hola de la mitad del VI a.C., pero con su cemeterio en el interno, y una ciudad cercana más grande de los iberos llamados Indiketes, y al final las dos se reuniran (Estrabón, III.4.8).




[1]Se entiende por pierre brulis el sistema agrícola que parte del desbrozamiento de un área determinada para posteriormente quemar los restos a modo de abono. Estas extensiones eran cultivables hasta que se agotaban completamente los nutrientes del suelo; después se abandonaba en beneficio de una nueva área de explotación mediante el mismo procedimiento.

BIBLIOGRAFIA
AA.VV. (2013) 'Beginning of viniculture in France' (http://www.pnas.org/content/110/25/10147.full)

AA. VV. (2014) Les territoires de Marseille Antique, Arles.

AIGNER-FORESTI, L. (1988) ‘Zeugnisse etruskischer Kultur im Nordwesten Italiens und in Südfrankreich. Zur Geschichte der Ausbreitung etruskischer Einflüsse und der etruskisch-griechischen Auseinandersetzungen’.  Sitz.ber. Akad. Wien 507, Wien. Pp. 191-193.

BLÁZQUEZ, J.M. (2005) Los griegos en la Península Ibérica, siglos VII-V a.C. Analogías con la colonización griega en el Mar Negro (Cólquida), Alicante.

BOARDMAN, J. (1986) Los Griegos en Ultramar: comercio y expansion colonial antes de la era clasica, Madrid. Pp. 209- 222.

LOMBARDO, M. (2001) ‘Émporoi, Emporion, Emporitai: forme e dinamiche della presenza greca nella penisola iberica’. AA. VV., Hispania Terris Omnibus Felicior. Pp. 73- 86.


domingo, 25 de octubre de 2015

ARQUEOLOGÍA DEL PAISAJE EN EL SUROESTE DE LA MAGNA GRECIA

Definimos la arqueología del paisaje como el marco de estudio que aúna la tendencia así como la metodología, pero es importante saber diferenciar entre los conceptos de espacio, territorio y paisaje. Mientras que el espacio es una idea abstracta que se puede interpretar de diferentes maneras, el territorio está organizado y más definido, y atañe a ese ámbito de influencia socio-política que es explotado por los seres humanos. Sin embargo, el paisaje conforma la red o interacción de dichos humanos con el medio en el que viven. Por ende, desde la arqueología del paisaje se pretende estudiar el entramado y la complejidad de todas estas interrelaciones, teniendo en cuenta que el paisaje es una construcción cultural, no natural que tiene una proyección social, económica, simbólica y política. (Cardete, 2010).


Uno de los motivos de la emigración occidental fue la crisis económica fruto de la concentración de tierras de cultivo en manos de los aristoi, con la consiguiente imposibilidad de acceso a la propiedad y explotación del terreno (kleros)  por parte de la mayoría de la población. A este fenómeno le conocemos como stenochoria o falta de tierras. (Gracia Alonso; Munilla, 2004: 605). Gran parte de la proliferación de las colonias en el sur de Italia y del funcionamiento de las mismas como entes autónomos de las colonias de la Grecia Continental, fue sin duda el abanico de posibilidades que ofrecía el nuevo terreno. Así pues, se localiza un aumento de la explotación de los materiales que ya habían aprovechado las etnias nativas del sur de la Península Itálica, tales como lana, minerales, metales o pieles, que a partir del siglo VIII a.C. serían intercambiados por cerámica, armas etc. La Italia meridional ofrecía una gran atracción por la gran fertilidad de sus tierras, además, el previo conocimiento de esta zona y de la zona más al norte que ofrecía posibilidad de explotaciones de metal, facilitaron el emplazamiento de las nuevas poleis con un territorio de influencia. De esta manera, las primeras colonias fundadas por los eubeos como Pithekoussai o Cumas no fueron ubicadas en la mejor tierra para labranza, sino en un lugar más al norte para propiciar las relaciones comerciales con Etruria. 


                                                            Explotaciones minerales en la zona de Etruria siglo VII

Poniendo como ejemplo a Pithekoussai, sabemos que no funcionó simplemente por la agricultura ya quela isla es de origen volcánico y sólo se puede cultivar vid, sino que hay pruebas del trabajo del hierro en Monte di Vico, aunque el hierro no pudo ser extraído de Ischia y se ha sugerido mediante análisis que pudo venir de Elba.

Los recursos territoriales de explotación en esta época continúa siendo un tema poco estudiado en general del que se encuentra información muy escasa en torno a la mayoría de los asentamientos.

Bibliografía:

Forbes, H.: Meaning and Identity in a Greek Landscape. An archaeological ethnography. Cambrigbe University Press, 2007.

Roldán Hervás, J.M.; Abengochea Sayas, J.J.; Hidalgo de la Vega, M.J.: Historia de la Grecia Antigua. Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 1998.

Cardete del Olmo, M.J.: Paisaje, identidad y religión. Imágenes de la Sicilia Antigua. Ed. Bellaterra, Barcelona, 2010.
Vaquerizo Gil, D. (Coord.): Arqueología de la Magna Grecia, Sicilia y la Península Ibérica. Área de Cultura, Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba, 1994.

Gracia Alonso, F; Munilla, G.: Protohistoria. Pueblos y culturas en el Mediterráneo entre los siglos XIV y II a.C. Edicions Universitat de Barcelona, Barcelona, 2004.

LA TRANSFORMACIÓN DEL PAISAJE EN SICILIA

En base a las fuentes escritas conservadas, a la llegada a la isla de Sicilia los griegos se encuentran y coexisten con tres pueblos indígenas: los elimos, sículos y sicanos (Tuc., VI, 2). Debido tanto a su contexto geográfico, como a la presencia preexistente de diversos pueblos, Sicilia representa un lugar de riqueza historico-arqueologica.


Mapa de localización de las poblaciones indígenas en Sicilia. Fuente: https://en.wikipedia.org

Fue sometida a una conquista violenta por parte de los griegos, que aplicaron también un proceso de aculturación muy activo. Aún así, en las fuentes, apenas se mencionan episodios aislados de enfrentamientos con las poblaciones indígenas. Es especialmente relevante la revuelta dirigida por Ducetio a medianos del siglo V a.n.e., cómo veremos en posteriores entradas. Los nativos pocas veces aparecen en las fuentes, y cuando lo hacen, son descritos como “una especie de masa no muy bien definida y poco interesante que se mueve como las manadas” Cardete del Olmo, 2009: 35). Además, entre las fuentes que hablan de la colonización, hacen referencia a los problemas que la motivaron. De esta forma, inciden en la idea de que no era un echo buscado, sino algo impuesto por las circunstancias, es decir, una necesidad. Las fuentes griegas apenas hablan de los nativos y designan el territorio como un éramos chora, es decir, una tierra salvaje, sin transformar (St. VI 2,2; Tuc. VI-VII).

Este proceso de ocupación, fue cambiando por completo el paisaje de las comunidades nativas y transformándolo en función del modelo griego. Tradicionalmente, se había interpretado como que los poblados indígenas que preexistían a la llegada griega se trasladaban al interior, huyendo. Pero en los últimos años se ha intentado reinterpretar dichas hipótesis. Así, se han propuesto distintas premisas constituidas a partir de la información arqueológica (Domínguez, 1991). Los nuevos asentamientos griegos tienden a crearse adaptándose al modelo griego. Eso provoca amortizaciones de los asentamientos indígenas y la creación de nuevas construcciones en el mismo espacio o cercano. La mezcla de materiales griegos e indígenas muestra un espacio compartido, tanto de hábitat como a nivel funerario. De este modo, el proceso colonial no se puede entender como una aculturación total ni unidireccional. Se pueden observar tanto procesos de transformación en los indígenas como en los griegos.

Bibliografia:
ANELLO, P. y MARTÍNEZ PINNA, J. (eds.) (2008) Relaciones interculturales en el Mediterráneo antiguo: Sicilia e Iberia. CEDMA, Málaga.

CARDETE DEL OLMO, M.C. (2009) 'Construcciones identitarias en el mundo antiguo: arqueología y fuentes literarias. El caso de la Sicilia Griega'. Arqueología espacial, 27. Pp. 29-46.

DOMÍNGUEZ. J. (1989) La Colonización Griega en Sicilia. BAR, Oxford.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A. (1991) 'Los griegos de occidente y sus diferentes modos de contacto con las poblaciones indígenas: II el momento de fundación de la colonia'. CuPAUAM: Cuadernos de Prehistoria y Arqueología, 18. Pp. 149-178.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A. (2001) La polis y la expansión colonial griega. Siglos VIII-VI. Ed. Sintesis, Madrid.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A. J (2008) 'Los contactos “Precoloniales” de Griegos y Fenicios en Sicilia'. A: CELESTINO, S; RAFAEL, N; ARMADA, X.L. (eds.). Contacto cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico (siglos XII-VIII ane). La precolonización a debate. Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, Madrid. Pp. 149-159.

MÉNDEZ VARELA, J.L. (2003) Consideraciones acerca del origen y la naturaleza de la ciudad planificada en las colonias griegas de Occidente. BAR, Oxford.



Laia Catarineu

Los Griegos en la Costa Oriental de Italia

La colonización griega como se ha venido estudiando tradicionalmente fue un proceso de trasbase de población desde sus lugares de origen hacia unos nuevos emplazamientos coloniales. Este movimiento poblacional se ha asimilado con una crisis del equilibrio entre recursos y población que ponía en peligro la subsistencia del enclave originario. Otras hipótesis apuntan hacia la apertura del espectro comercial, el interés por dominar puntos estratégicos del Mediterráneo o como un trasbase de población pero, a diferencia de la teoría de los recursos desde una óptica que contemplaba una evolución social insostenible desde el punto de vista de la propiedad de la tierra.


Lo que está claro desde un primer momento es que la nueva fundación necesita una base jurídico legal que enmarque la nueva situación social así como un área que crezca bajo su control y asegure o, mejor dicho, provea a la colonia de la base económica que la sustente. Tomando prestada la postura marxista para desarrollar una actividad comercial es necesario un excedente (algo que ellos renombran como sobreproducción) que representa la superación de una agricultura de subsistencia y la disponibilidad de materia prima con la que iniciar una actividad comercial o de intercambio. Me apoyo en esta idea para presentar las colonias orientales de la Magna Grecia peninsular, colonias que presentan desde inicio una base totalmente agraria y que priorizaron, como es el caso de Sybaris, Crotona y Metaponte, la disponibilidad de una gran llanura fértil. Esto tampoco es representativo de la renuncia a una actividad económica dado que estas ciudades controlaban las rutas comerciales interiores. Tal es el caso de Sybaris (conectada con Scidrus, Sirinus y Laus) o Siris (en contacto con el comercio del Mar Tirreno).

Por otro lado, tal y como atestiguan las fuentes, las zonas fértiles y prósperas suelen estar ocupadas por una población nativa preexistente a la llegada de los griegos. Como es lógico, se darán numerosas situaciones que van desde un desplazamiento de estas poblaciones y su repliegue hacia zonas más interiores en favor de los pobladores griegos como es el caso de Locris (con su decreto de expulsión de los indígenas) hasta la convivencia con un emplazamiento indígena cercano tal y como ocurre en Tarento (con un emplazamiento yapigio próximo). Pese a desplazar o convivir con comunidades indígenas vecinas, es habitual tratar de asegurar al máximo la zona que te abastece y estimular su actividad económica en la medida de lo posible. Por ello, numerosas colonias de la Italia meridional tienen una serie de poblaciones subsidiarias. En el caso de Tarento es Satyrum, en el de Locri Medma, Hiponio y Metuaro (que además afianzaban las rutas comerciales) y en el de Crotona, Caulonia.

Estos enclaves además, con la llegada de los elementos más comerciales permitían un flujo de productos que eran demandados por toda la Magna Grecia y que, mediante la articulación de este espacio permitían que llegaran a todos los pobladores que las reclamaban.


ESCOHOTADO A.; BALSEIRO M. (1999) Los griegos en Ultramar: comercio y expansión colonial antes de época clásica. Ed. Alianza, Madrid.

ESPADA RODRIGUEZ J. (2012) La expansión fenicia y la colonización griega:puntualidades y similitudes de dos procesos de interculturalidad en el Mediterráneo Arcaico. POLIS. Revista de ideas y formas políticas de la Antigüedad Clásica 24, pp. 7-22. Valencia.

GARCIA A.; MURILLO G. (2004) Protohistoria, Pueblos y culturas en el Mediterráneo entre los siglos XIV y II a.C. Ed. UB, Barcelona.

VV.AA., “Perspectivas historiográficas sobre la colonización griega”, en Ab Initio, Núm. 8 (2013), pp. 45-86, disponible en www.ab-initio.es  

ARQUEOLOGÍA VERSUS FUENTES DE LA COLONIZACIÓN GRIEGA EN GALIA E IBERIA

ARQUEOLOGÍA VERSUS FUENTES DE LA COLONIZACIÓN GRIEGA EN GALIA E IBERIA

Las fuentes antiguas hablan de los primeros viajes de los griegos a la Penísula Ibérica, como aquel del samio Coleo a Tarsesos (Heródoto, IV.152), y la leyenda de la fundación de Massalia (Justino, XLIII.8-10), fechados respectivamente en el 640 a.C. y al final del siglo VII a.C. En ese momento en Italia meridional y en Sicilia el fenómeno colonial aparece ya establecido, mientras que en el sur de España el estado poderoso de Tarsesos y los seglares asientamentos fenicios frenaron la expansión de estas zonas.
Figura 1: Mapa de localización de las principales colonias griegas y fenicias en el Mediterraneo.
La documentación arqueológica refleja esta situación: las cerámicas griegas más arcaicas son fragmentos de vasos protocorintios, fechados en el 700, aparecidos en establecimientos fenicios del sur de Ibéria, en Adra (Almería), Almuñécar-Sexi (Granada), y Toscanos (Málaga). En Huelva hay un fragmento de una crátera geométrica ático, fechado en la mitad del VIII a.C. Entonces se puede hipotetizar que los primeros productos griegos llegaron a Occidente con barcos fenicios en factorías fenicias, o en poblados indígenas directamente relacionados. Si en verdad los productos fueron traídos gracias a las primeras exploraciones griegas, sería por actividades de ciudadanos privados. De hecho no representaría la pista de expediciónes organizadas por la patria para fundar una apoikia, contrariamente a la afirmación de las fuentes antiguas, como por el ejemplo de la colonia de Mainake (Estrabón, III.4.2.), sobre la que ahora la mayoria piensa que nunca existió, por lo menos en el estado actual de la investigación. Massalia fue fundada en la desembocadura del Ródano, por los phocaeanos en el 600 a.C.
Figura 2: Reconstrucción de la colonia phocaea de Marselle.

Aristóteles y Justino dicen que el jefe de la expedición se casó con la hija del príncipe de la tribu de Segobrigés, y luego  recibió un territorío, es decir una chora, donde estará Massalia. Después de las guerras contra los indígenas, los marsalleses ampliaron su “imperio” a la costa francesa, donde fundaron Nikaïa (Nice), Antipolis (Antibes), Olbia (Hyères), Agathe (Agde), a Alalía (Aléria) en Corcega, hasta Cataluña, con Rhode (Las Rosas) y Emporion (Ampurias), en el VI siglo a.C.- iniciós del V a.C. No se sabe hasta que punto fueron  dependientes de Massalia o da la patria phocaea, pero los restos arqueólogicos indican una fuerte huella comercial; emporia no son por fuerza asientamientos satélites. Al final emerge una imagen más complicada, que se abordará en los siguientes trabajos, en la que la chora de Massalia se estrecha mucho, y las otras colonias siguen siendo modestas en tamaño, en comparación con las del sur de Italia, a veces de corta vida (Alalía); y parecen estar en estrecho contacto no sólo geográficamente con pueblos indígenas más grandes, como Ampurias.

BIBLIOGRAFIA
AA. VV. (2014) Les territoires de Marseille Antique, Arles.

BLÁZQUEZ, J. M. (2005) Los griegos en la Península Ibérica, siglos VII-V a.C. Analogías con la colonización griega en el Mar Negro (Cólquida), Alicante.

DIETLER, M. (2010) Archaeologies of Colonialism: comsumption, entanglement and violence in Ancient Mediterranean France, Los Angeles.

LOMBARDO, M. (2001) ‘Émporoi, Emporion, Emporitai: forme e dinamiche della presenza greca nella penisola iberica’. AA. VV., Hispania Terris Omnibus Felicior. Pp. 73- 86.

PUJOL PUGVEHÍ, A. (1989) La poblacion prerromana del extremo noreste peninsular. Génesis y desarrollo de la cultura ibérica en las comarcas gerundenses, Ed. Bellaterra, Barcelona.


ESTUDIOS DE COLONIZACIÓN GRIEGA EN SICILIA

Sicilia ha poseído desde los más antiguos tiempos un importancia geoestratégica de relevancia para el dominio del Mediterráneo. Su dominio no fue tampoco menospreciado por los Griegos. Para aproximarnos a dicha problemática es necesario contemplar y analizar las fuentes clásicas y las evidencias arqueológicas.


Mapa de localización de las principales colonias establecidas en Sicilia. Fuente: http://explorethemed.com/

Las fuentes clásicas nos relatan como hacia el año 734 a.n.e. un aristócrata calcídico, Teocles o Thucles, que ya había estado en anteriores ocasiones en Sicilia, desembarcó en el lado Oriental, concretamente en Cabo Schisò. Allí realizó un sacrificio en el altar de Apolo y repartió el territorio entre todos aquellos que le acompañaban. Así se realizó la fundación de Naxos, la primera colonia griega en la isla de Sicilia:

De entre los griegos fueron los calcídicos los primeros que, partiendo de Eubea con el fundador Teucles fundaron Nexos y erigieron el altar de Apolo Arquegueta , que está ahora fuera de la ciudad, en el cual, cuando salen teoros de Sicilia, sacrifican antes de partir”. (Tuc., VI, 3, 1).

A partir de este momento, los griegos no entenderán Sicilia como sólo un lugar de intercambio, sino que se establecerán físicamente. Ahora es la simple cerca de tierras lo importante, juntamente con el comercio (Lull, Picazo, 1980: 13-17). Eso se produjo de forma continuada durante las siguientes décadas, con una secuencia determinada a partir de la cronología relativa a partir de los datos documentales y arqueológicos (Domínguez, 1989: 82-92).
Se tiene que tener en cuenta que, los lugares donde se establecieron los primeros colonos griegos o sus espacios contiguos, estarían ocupados por pobladores indígenas. Por lo tanto, es necesario entender el modelo organizativo previo. En las fuentes apenas se habla de esta presencia, y de los problemas que pudo suponer. Y en los pocos casos que se mencionan, es para decir que fueron expulsados por los recién llegados. Gracias a los reciente trabajos de M. Moggi, conocemos mejor las descripciones de las fuentes clásicas. Recoge datos y pretende establecer una tipología de la relaciones entre griegos y nativos (Moggi, 1983). Estas variantes de las relaciones y de coexistencia serán visualizadas a modo de casos concretos en entradas posteriores.
Aún así, es evidente que sin una colaboración a partir de pactos con los indígenas, no se habría podido llegar a este tipo de control. La isla complica aún más esta problemática, pues resulta evidente que es necesario un apoyo importante por parte de la población nativa, o bien, a partir de la confrontación violenta (Domínguez, 1989: 94-95).

Bibliografia:
CARDETE DEL OLMO, M.C. (2009) 'Construcciones identitarias en el mundo antiguo: arqueología y fuentes literarias. El caso de la Sicilia Griega'. Arqueología espacial, 27. Pp. 29-46.

CARDETE DEL OLMO, M.C. (2010) Paisaje, Identidad y Religión. Imágenes de la Sicilia Antigua. Ed. Bellaterra, Barcelona.

DOMÍNGUEZ. J. (1989) La Colonización Griega en Sicilia. BAR, Oxford.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A. (1991) 'Los griegos de occidente y sus diferentes modos de contacto con las poblaciones indígenas: II el momento de fundación de la colonia'. CuPAUAM: Cuadernos de Prehistoria y Arqueología, 18. Pp. 149-178.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A. (2001) La polis y la expansión colonial griega. Siglos VIII-VI. Ed. Sintesis, Madrid.

LULL, V; PICAZO, M. (1980) 'Algunos aspectos de la dinámica del movimiento colonial griego'. Memorias de historia antigua, 4. Pp. 13-18.

MOGGI, M. (1983) 'L'elemento indigeno nella tradizione letteraria sull Ktiseis'. AA.VV., Forme di contactto e processi di transformazione nelle società antiche. Roma. Pp. 979-1002.



Laia Catarineu